martes, 6 de agosto de 2019

Shiraz ( Irán )



El castillo Karim Kham y su torre inclinada. Al parecer se debe a la filtración de los vapores del agua de los baños colindantes que fueron minando los cimientos. En algún momento se utilizó  como prisión y se nota el resultado en el deterioro de gran parte de la decoración, fastuosa en otros tiempos 









































La mezquita Nasir al Mulk, espectacular explosión de color de su rica decoración. Visitada a la hora correcta es una explosión de luz tamizada por sus vidrieras y potenciada por el colorido de su decoración. Me queda el recuerdo del viaje anterior.




















































El palacio de Naranjestan importante ejemplo de arquitectura civil con una decoración que invita a soñar y a pensar en que habitación nos gustaría instalarnos.











































El jardin de Eram . En la actualidad pertenece a la Universidad de Shiraz y es un cuidado jardín botánico con cientos de variedades de rosas, árboles y todo tipo de arbustos.



















El baño y la mezquita Vakil











































El Bazar Vakil.

























Imágenes nocturnas de la mezquita Vakil y el castillo Karim Khan.










La tumba de Hafez , gloria nacional, constantemente visitada por escolares y todo tipo de personas, turistas y no turistas. Incluso por los gatos.

























La puerta de Shiraz, y el hotel Grand Shiraz, recuerdo de otros tiempos.











Y aquí comenzó el viaje, en la ciudad del color , de las flores y de las mujeres guapas ( en realidad todas las mujeres iraníes lo son ). Refrescando recuerdos de hace un par de años y volviendo a disfrutar de la amabilidad y hospitalidad del pueblo iraní. Con algunos contratiempos y algunos errores de programación sobre todo al final del viaje.La segunda parte es mejor recordarla solo en fotos y esperar que Oriente Viajes tome nota y aprenda de sus errores por viajar por Irán es todo un descubrimiento y hacérselo descubrir a Roberto Morán todo un placer, espero que haya vuelto contento. Eso sí,  una oferta turística mucho más centrada en el Irán islámico que en la Persia Clásica. Persépolis, Pasargada y pare usted de contar.