Y después de treinta años por fin me decidí a investigar cómo podía visitar esa mina abandonada que se ve desde la carretera , con ese abanico de colores que a la caida de la tarde le da un aspecto mágico.
Es una pena que no esté más cuidada y promocionada, pero quizás sea ese abandono lo que la ha convertido en un paraje tan interesante a pesar de los gamberros que con sus muestras de "arte urbano" se han dedicado a destrozarle el encanto con cuatro garabatos, que no graffitis que son algo mucho más serio.
Me hubiera gustado verla algo más conservada pero es lo que hay. En cualquier caso se lo recomiendo a todo el que vaya por Mazarrón y sus alrededores, es un lugar fantástico . Abandonado de un día para otro a principios de los años 60.