Belmonte, noviembre de 2015, nada que ver con el Belmonte visitado en años anteriores. Se nota para mejor el paso de los años y las restauraciones llevadas a cabo tanto en el castillo como en el Palacio del Infante D. Juan Manuel hoy convertido en hotel.
Quizás sean las dos restauraciones más espectaculares que he visto en mucho y finalizadas en un periodo tan corto. La del castillo puede apreciarse comparando las fotos actuales con las publicadas hace algunos años en este mismo blog.
Lo que si es una pena es que se haya dejado llegar a su estado actual el Hospital de San Andrés, solo queda la puerta, el muro ( hasta la mitad ) y algunos huecos de ventana con la reja en equilibrio. Justo enfrente pueden verse , también en el más absoluto de los abandonos, ejemplos de arquitectura tradicional, que es de esperar que antes o después sean reconstruidos.
La Colegiata de San Bartolomé, la Ermita de la Virgen de Gracia, el Convento de las Concepcionistas, etc. , etc., etc. Todo ello unido compone un ejemplo muy representativo de la arquitectura y del rico patrimonio no solo de Belmonte sino de toda Castilla La Mancha. Sin olvidarnos de las casas blasonadas y sus bellos escudos nobiliarios.
Por los pasillos del castillo no sorprendería cruzarse Fray Luis de León, con doña Juana de Castilla o con la emperatriz Eugenia de Montijo, promotora de una de sus grandes restauraciones y hoy casi presente en sus redecorados aposentos.
Y para comer he seguido fiel con el restaurante del Palacio de Buenavista. Buena comida, buen precio e impecable servicio en un acogedor y elegante entorno tradicional.
