No he encontrado mucha información sobre la Casa de la Encomienda, otro de los tesoros escondidos en Corral de Almaguer y olvidados en la Comunidad de Castilla la Mancha. Solo que data de finales del siglo XV y que su origen es judio y que posteriormente perteneció a la Orden de Santiago, que me imagino debió de encargarse de hacer olvidar su origen e ir borrando poco a poco sus señas de identidad ( se comenta que las actuales cuadras se aposentan sobre la antigua sinagoga ), hasta entrado el siglo XIX.
Yo siempre la conocí como la casa de mi tío Cristino y no la visité hasta que hice la primera comunión y me llevaron para que mis tíos me vieran vestido de almirante y me dijeran lo guapo que estaba y que a partir de ese momento tendría que ser siempre bueno. Por suerte no les hice mucho caso y hasta hoy no me arrepentido.
Recuerdo cuando mis tíos y mis primos llegaban de Madrid y abrían la casa. Siempre visitaban a toda la familia y trasmitían la alegría del regreso porque siempre coincidía con alguna fiesta.
Los tiempos fueron pasando y la vida cambiaba día a día. Mis tíos murieron y mis primos dejaron de venir por Corral. La mayor parte del tiempo la pasaban entre Madrid y Villanueva. Pero nunca se perdió el contacto aunque las puertas de la casa de Corral permanecían cerradas y sus habitaciones abandonadas. Todos nos fuimos marchando y Corral dejó de ser lo era. Eso sí, se fue acrecentado su memoria y todos los recuerdos se convirtieron en buenos . Y sus protagonistas también. La lista de nombres que aparece el libro de mi pasado podría ser interminable y aunque no se lo crean todavía los sigo queriendo.
Pasados los años, un día, mi prima Chón decidió poner manos a la obra y empezar y hacer que la casa reviviese. Tiempo , disgustos y dinero han hecho que su tenacidad lo vaya consiguiendo. Aunque hay partes que necesitan algo más que maquillaje y "alicatado" porque se han venido abajo a causa de su fragilidad y de la desidia de la oficialidad "castellano manchega" más dada al autobombo que a la preservación del patrimonio.
El bloque principal ha vuelto a ser "la casa del tío Cristino" y las personas que aparecen en las fotos antiguas y en los recuerdos pueden volver a ser ubicadas y hasta casi se las puede ver moviéndose por los pasillos y asomándose a las ventanas.
Una pena que los éxitos siempre tengan que ser individuales .¡Viva mi prima Chón García Muro ! y larga vida para que pueda poner la guinda al pastel. Se merece una medalla y una placa igual de grande que la de otros dueños de casas históricas que están haciendo que merezca la pena visitar Corral de Almaguer.
Las marcas de cantero.
Un detalle para apreciar el nivel original del suelo. Me imagino que se elevó hasta el nivel actual al cubrir los corredores del patio y hacerlos zona habitable.
El comedor principal con sus muebles originales y conservando los suelos de baldosa hidraúlica.
Un ejemplo curioso de promoción de principios del siglo XX. Ya se utilizaba el inglés.
Papel original y pintado a mano.
El arco bordeado con yeserías mudéjares.
Artesonado de la sala de reuniones.
Por desgracia no se conservan las puertas.
Pudiera ser un escudo referido a la Orden de Santiago o al de alguna de las familias propietarias.
Capitel de los arcos del patio debidamente enmarcados y restaurados. Antes estaban ocultos por los muros.
Esta foto y la siguiente están tomadas con pocos años de diferencia. Una pena que la lluvia se haya llevado los muros. ¿Se restaurarán algún dia ?.
El tío Cristino de joven.
Creo que es la tía Agustina.
Mi recuerdo más cariñoso para mi prima Ana. Adorable y encantadora.
Y aquí la verdadera protagonista de toda esta historia, Asunción García Muro. Gracias a su tenacidad y a su buen gusto Corral de Almaguer mantiene vivo un trocito de su historia. Ojalá se reconozca el mérito a su labor como a la de los propietarios de casas históricas, los Barreda, los Morlán y a todos los demás .
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