Qué mejor excusa que la exposición de “Las edades del hombre” para escaparse a Soria y de paso recorrer sus campos y visitar sus pueblos. Y eso que el clima parecía que no iba a acompañar. En Berlanga de Duero ya hubo que mojarse para poder visitar el pueblo, y ni cuento el agua que nos cayó encima recorriendo las calles del medieval Rello. Incluso así, nos cruzamos con unos cuantos turistas.
La primera etapa del viaje nos llevó a Almazán. Imponentes sus murallas, su Puerta de la Villa, la Iglesia de San Miguel, el Palacio de Altamira. Y cómo no, las riquísimas rosquillas huecas y las “paciencias” de la Confitería Almarza, situada justo a las puertas de la muralla. No puedo evitarlo, soy incapaz de resistirme a probar casi todos los dulces de los pueblos que visito, ya sean de convento o de obrador tradicional, lo que me lleva a afirmar: ¡Abajo la pastelería industrial!, y ¡Vivan los dulces artesanos!.
(http://www.pueblos-espana.org/castilla+y.../almazan/)
Seguimos camino de Berlanga de Duero, visita obligada. Es evocadora su vista si se entra por la carretera de Casillas. La Ermita de la Soledad, el Rollo Gótico, la Colegiata de Nuestra Señora del Mercado con su cocodrilo disecado colgado de una pared al lado de la entrada, y una curiosa abuela que vigila para impedir que el turista haga más de dos fotos (justo las que te da tiempo a hacer antes de que te lance un par de gritos recordándote la prohibición, sin apartarse de tu lado hasta que aparece otro turista); el Palacio de los Frías , el Castillo (incendiado “involuntariamente” por las tropas de Napoleón…), la Casa de Fray Tomás de Berlanga (Obispo de Nicaragua y mediador en las disputas entre conquistadores), las Murallas, la Puerta de Aguilera . Muy ricas –cómo no- las rosquillas de la panadería que está enfrente del monumento a Fray Tomás, nada que ver con lo seca y antipática que era la vendedora ( pero tengo que reconocer que cuando volví, la señora estuvo algo más que correcta, incluso simpática, diría yo. (http://www.berlangadeduero.es/aytoberlanga/visitavirtual/visitavirtual2.htm)
Tras Berlanga, llegamos a la Ermita de San Baudelio, una de las sedes de la exposición, junto con la de San Miguel de Gormaz. Nada menos que cuatro autobuses en la puerta y algo más de 50 coches aparcados a ambos lados del camino, lo que da idea de cómo estaba de concurrido el interior de la misma. El exterior es muy sencillo y austero, pero tanto la planta como lo que queda de las pinturas murales en su interior resultan francamente interesantes y muy poco habituales.
La primera etapa del viaje nos llevó a Almazán. Imponentes sus murallas, su Puerta de la Villa, la Iglesia de San Miguel, el Palacio de Altamira. Y cómo no, las riquísimas rosquillas huecas y las “paciencias” de la Confitería Almarza, situada justo a las puertas de la muralla. No puedo evitarlo, soy incapaz de resistirme a probar casi todos los dulces de los pueblos que visito, ya sean de convento o de obrador tradicional, lo que me lleva a afirmar: ¡Abajo la pastelería industrial!, y ¡Vivan los dulces artesanos!.
(http://www.pueblos-espana.org/castilla+y.../almazan/)
Seguimos camino de Berlanga de Duero, visita obligada. Es evocadora su vista si se entra por la carretera de Casillas. La Ermita de la Soledad, el Rollo Gótico, la Colegiata de Nuestra Señora del Mercado con su cocodrilo disecado colgado de una pared al lado de la entrada, y una curiosa abuela que vigila para impedir que el turista haga más de dos fotos (justo las que te da tiempo a hacer antes de que te lance un par de gritos recordándote la prohibición, sin apartarse de tu lado hasta que aparece otro turista); el Palacio de los Frías , el Castillo (incendiado “involuntariamente” por las tropas de Napoleón…), la Casa de Fray Tomás de Berlanga (Obispo de Nicaragua y mediador en las disputas entre conquistadores), las Murallas, la Puerta de Aguilera . Muy ricas –cómo no- las rosquillas de la panadería que está enfrente del monumento a Fray Tomás, nada que ver con lo seca y antipática que era la vendedora ( pero tengo que reconocer que cuando volví, la señora estuvo algo más que correcta, incluso simpática, diría yo. (http://www.berlangadeduero.es/aytoberlanga/visitavirtual/visitavirtual2.htm)
Tras Berlanga, llegamos a la Ermita de San Baudelio, una de las sedes de la exposición, junto con la de San Miguel de Gormaz. Nada menos que cuatro autobuses en la puerta y algo más de 50 coches aparcados a ambos lados del camino, lo que da idea de cómo estaba de concurrido el interior de la misma. El exterior es muy sencillo y austero, pero tanto la planta como lo que queda de las pinturas murales en su interior resultan francamente interesantes y muy poco habituales.
(http://www.turismo-prerromanico.es/arterural/SBBERLANGA/BERLANGAficha.htm)
San Miguel de Gormaz, situada en las faldas del monte coronado por la fortaleza califal, aparece como una humilde muestra del terreno reconquistado, sencilla y recoleta, pero con unos frescos que son toda una lección de Historia Sagrada. Por suerte para nosotros, los autobuses llegaron cuando ya salíamos, con lo que pudimos verla con tranquilidad. (http://www.astragalo.net/articulos/gormaz.htm)
Camino de Soria, el pueblo de Recuerda, con una sencilla pero bonita ermita románica donde un “artista urbano” del siglo XXI se ha permitido la licencia de profanar la piedra milenaria de una de sus columnas dejando una muestra de su inspiración, spray en mano. Es de suponer que antes de acometer la realización de tamaña “obra de arte”, habrá ensayado en su casa, visto el penoso resultado, y tendrá su salón “bellamente decorado.”
San Miguel de Gormaz, situada en las faldas del monte coronado por la fortaleza califal, aparece como una humilde muestra del terreno reconquistado, sencilla y recoleta, pero con unos frescos que son toda una lección de Historia Sagrada. Por suerte para nosotros, los autobuses llegaron cuando ya salíamos, con lo que pudimos verla con tranquilidad. (http://www.astragalo.net/articulos/gormaz.htm)
Camino de Soria, el pueblo de Recuerda, con una sencilla pero bonita ermita románica donde un “artista urbano” del siglo XXI se ha permitido la licencia de profanar la piedra milenaria de una de sus columnas dejando una muestra de su inspiración, spray en mano. Es de suponer que antes de acometer la realización de tamaña “obra de arte”, habrá ensayado en su casa, visto el penoso resultado, y tendrá su salón “bellamente decorado.”
( www.mispueblos.es/castilla.../soria/recuerda/fotos/)
Y al final del viaje, Soria, ofreciendo al visitante sus mejores tesoros: la Iglesia de Santo Domingo con su maravillosa portada románica, la Calle de los Palacios, la Iglesia de San Juan de Rabanera y la Concatedral de San Pedro, que acoge el grueso de la exposición y de la “invasión” de turistas procedentes de todos los rincones. ¡Cuántas obras de arte concentradas en tan poco espacio!. No se sabe hacia dónde mirar sin quedar asombrado por la belleza de las piezas y admirado por descubrir que hasta en el convento o iglesia más pequeños del pueblo más recóndito, pueda haber obras tan dignas de estudio y admiración. (www.sorianitelaimaginas.com/)
Visitamos también la Soria del Monasterio de San Juan del Duero con su espectacular Claustro, la de la Ermita de San Saturio con sus frescos y la cueva donde se retiró a vivir el Patrón de la ciudad, la de los Poemas de Machado y sus muestras de amor a su esposa, Leonor… dejando para otro viaje todo aquello que no es posible ver por falta de tiempo, pero que te invita a volver para contemplarla más pausadamente. (www.sanjuandeduero.com/monumento.htm)
Ya de vuelta a casa, el pueblo medieval de Rello con su espectacular muralla, aparece en lo alto de un cerro, solitario, desierto y aislado. Una vez que traspasas las puertas de su muralla, aparece con toda la espléndida austeridad de las construcciones de piedra, transportándote en un instante a la Edad Media. Parece que en cualquier momento te puedes cruzar con un caballero con su armadura, o con una bella dama paseando por sus calles. Invita a recorrerlo a pesar de la intensa lluvia y frío que hizo ese día. Es una visita que merece la pena, sin duda.
(http.//www.pueblos-espana.org/castilla+y+leon/.../rello/)
Calatañazor, que todavía huele a Orson Welles y sus “Campanadas a medianoche” . Es como viajar a través del tiempo y encontrarse uno de los pueblos más bonitos de España. No me extraña que se sintiera atraido por él y por la atmósfera que lo rodea, llena de misterio y de historia. (http://www.iberiarural.es/pueblos-y.../calatanazor.htm)
San Esteban de Gormaz, con sus iglesias de San Miguel , de Nuestra Señora del Rivero con sus bellos frescos, su Plaza, el Arco de la Villa. Y cómo olvidar las rosquillas fritas de una panadería pequeñita que hay en una calle que desemboca en la plaza. Pido perdón a la dueña por no recordar su nombre para poder recomendarla con más claridad.
(http://www.sanesteban.com/villa/)
Y qué decir de El Burgo de Osma, casi una capital. Tiene de todo: palacios, iglesias, conventos, murallas, etc. etc. Apabulla y te obliga a visitarla con más calma. Y si es en época de matanza, con mucho más motivo. No hay nada como las Jornadas Gastronómicas que organiza con ese motivo el Hotel Palafox. (http://www.islabahia.com/aprodebur/10ElBurgo_recorrido.htm) (http://www.virreypalafox.com/virreypalafox/elburgo.htm)
Medinaceli. Romana, musulmana, cristiana. Y con magníficos restos de las culturas que por allí han ido pasando. El Arco Romano, la Puerta Árabe, la Colegiata, la Alhóndiga, el Palacio Ducal presidiendo la imponente Plaza Mayor que en otros tiempos albergó el Foro Romano. También hay un pequeño museo y unos bonitos y bien conservados mosaicos romanos que no pudimos ver por la rapidez de la visita.(www.pueblos-espana.org/castilla+y.../medinaceli/)
Y al final del viaje, Soria, ofreciendo al visitante sus mejores tesoros: la Iglesia de Santo Domingo con su maravillosa portada románica, la Calle de los Palacios, la Iglesia de San Juan de Rabanera y la Concatedral de San Pedro, que acoge el grueso de la exposición y de la “invasión” de turistas procedentes de todos los rincones. ¡Cuántas obras de arte concentradas en tan poco espacio!. No se sabe hacia dónde mirar sin quedar asombrado por la belleza de las piezas y admirado por descubrir que hasta en el convento o iglesia más pequeños del pueblo más recóndito, pueda haber obras tan dignas de estudio y admiración. (www.sorianitelaimaginas.com/)
Visitamos también la Soria del Monasterio de San Juan del Duero con su espectacular Claustro, la de la Ermita de San Saturio con sus frescos y la cueva donde se retiró a vivir el Patrón de la ciudad, la de los Poemas de Machado y sus muestras de amor a su esposa, Leonor… dejando para otro viaje todo aquello que no es posible ver por falta de tiempo, pero que te invita a volver para contemplarla más pausadamente. (www.sanjuandeduero.com/monumento.htm)
Ya de vuelta a casa, el pueblo medieval de Rello con su espectacular muralla, aparece en lo alto de un cerro, solitario, desierto y aislado. Una vez que traspasas las puertas de su muralla, aparece con toda la espléndida austeridad de las construcciones de piedra, transportándote en un instante a la Edad Media. Parece que en cualquier momento te puedes cruzar con un caballero con su armadura, o con una bella dama paseando por sus calles. Invita a recorrerlo a pesar de la intensa lluvia y frío que hizo ese día. Es una visita que merece la pena, sin duda.
(http.//www.pueblos-espana.org/castilla+y+leon/.../rello/)
Calatañazor, que todavía huele a Orson Welles y sus “Campanadas a medianoche” . Es como viajar a través del tiempo y encontrarse uno de los pueblos más bonitos de España. No me extraña que se sintiera atraido por él y por la atmósfera que lo rodea, llena de misterio y de historia. (http://www.iberiarural.es/pueblos-y.../calatanazor.htm)
San Esteban de Gormaz, con sus iglesias de San Miguel , de Nuestra Señora del Rivero con sus bellos frescos, su Plaza, el Arco de la Villa. Y cómo olvidar las rosquillas fritas de una panadería pequeñita que hay en una calle que desemboca en la plaza. Pido perdón a la dueña por no recordar su nombre para poder recomendarla con más claridad.
(http://www.sanesteban.com/villa/)
Y qué decir de El Burgo de Osma, casi una capital. Tiene de todo: palacios, iglesias, conventos, murallas, etc. etc. Apabulla y te obliga a visitarla con más calma. Y si es en época de matanza, con mucho más motivo. No hay nada como las Jornadas Gastronómicas que organiza con ese motivo el Hotel Palafox. (http://www.islabahia.com/aprodebur/10ElBurgo_recorrido.htm) (http://www.virreypalafox.com/virreypalafox/elburgo.htm)
Medinaceli. Romana, musulmana, cristiana. Y con magníficos restos de las culturas que por allí han ido pasando. El Arco Romano, la Puerta Árabe, la Colegiata, la Alhóndiga, el Palacio Ducal presidiendo la imponente Plaza Mayor que en otros tiempos albergó el Foro Romano. También hay un pequeño museo y unos bonitos y bien conservados mosaicos romanos que no pudimos ver por la rapidez de la visita.(www.pueblos-espana.org/castilla+y.../medinaceli/)
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