Lo primero que te impresiona de Kanazawa son sus edificios de oficinas, hoteles y apartamentos . Su altura, su diseño y la belleza de sus espacios entre bloque y bloque. Y cuando ya crees que nada es posible llegas a la plaza de la estación de tren y te encuentras con puro diseño de vanguardia y grandiosidad. Cuántas ciudades europeas más importantes no se avergonzarían de sus estaciones después de contemplar ésta. Con su puerta Tsuzumi, la cúpula Montenashi y los centros comerciales que alberga en su interior con tiendas de primeras marcas.
Parece mentira que nos encontremos en la misma ciudad.
Yo no sé si tendría paciencia ni ganas de poner la mejor de mis sonrisas si la gente me pidiera por la calle que me hiciera una foto con ellos. Una sí, pero esta pobre debió de acabar harta.
Casa tradicional de estilo Gassho-Zukuri.
Los jardines Kenrokuen.
De vuelta a la ciudad.
La tradición.
La modernidad.
La espectacularidad del Hotel Nikko Kanazawa.
Una vista nocturna desde la habitación del hotel.
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