Podría competir con París y no morir en el intento. Si no fuera por el abandono y la desidia de la época comunista.
Palacios, residencias, edificios oficiales, comerciales, avenidas que se espera vayan recuperando poco a poco su pasado esplendor para agradar a propios y a extraños. Es una ciudad majestuosa y bella, pero hoy por hoy, muy abandonada en algunas zonas.
De todas formas fue una pena no disponer de más tiempo para poder disfrutarla en toda su extensión monumental. Una triste visita panorámica y un corto paseo por la zona de la universidad.
El Arco de Triunfo.
El monasterio Stavropoleos
El restaurante Caru´cu Bere. Visita obligada.
El restaurante Hanu Manuc, lugar tradicional muy frecuentado por rumanos y turistas.
El edificio del Parlamento mal llamado Casa del Pueblo.
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