viernes, 26 de julio de 2013

Cusco ( Perú )




































































                                    



Cusco, el ombligo del mundo para los incas y obviamente, la capital de su imperio. En la actualidad es un claro ejemplo de imperio construido sobre otro imperio. Llaman la atención todos los edificios de época colonial construidos sobre los cimientos y parte de los muros de las construcciónes incas. Aunque para desesperación de arquitectos y colonizadores, los edificios coloniales han ido viendo como sus muros eran destruidos una y otra vez por la furia de los terremotos mientras los muros incas permacecían intactos.

Es la ciudad que más me ha recordado a algunas ciudades españolas y que me ha hecho sentir como en casa. La Catedral, no sé muy bien por qué, me recordaba a la de Santiago de Compostela a pesar de que la fachada de esta última es más rica y grande. Las edificaciones de la Plaza de Armas me transportaban a Castilla y a Extremadura sin necesidad de un excesivo ejercicio de memoria. El Barrio de San Blas con sus cuestas, rebosa de tiendas de artesanía, de bares y restaurantes, y cuenta con un punto más a su favor: las magníficas vistas sobre el resto de la ciudad. Su tipismo se refleja en sus paredes encaladas y en sus puertas y ventanas pintadas de azul, colores predominantes  en todas las construcciones del centro histórico cuzqueño.

También los patios de las casas me trasladaron casi sin quererlo a los de las casas tradicionales manchegas, la mayoría de las cuales por desgracia ya no existen. ¡ Cuántos recuerdos de infancia y cuantos rostros me vinieron a la memoria contemplando sus rincones y corredores!.

La prohibición de hacer fotos dentro de la Catedral no supone ningún problema pues las imágenes de tanta riqueza como atesora en su interior se quedan grabadas en la memoria.

 La Iglesia y el Convento de Santo Domingo, construidos sobre el antiguo templo del sol o Qoricancha, del que cuenta la leyenda que tenía sus muros recubiertos de oro y que los reflejos del sol alcanzaban a todo el imperio.

El Arco de Santa Clara, la Calle Loreto, la Piedra de los Doce Ángulos, la Iglesia de San Pedro y el mercado del mismo nombre....... y todos los mercados tradicionales, de donde es difícil salir sin alguna pieza de artesanía, pintura cuzqueña o productos tejidos en lana de alpaca o de oveja. Porque la de  de vicuña ya son palabras mayores y es casi imposible de conseguir si no es tiendas muy especializadas y a precios prohibitivos.

Imponentes son también las ruinas de Saqsayhuaman en los alredores de la ciudad. Es esta fortaleza una construcción peculiar de piedras gigantescas, que hacen difícil no solo imaginar cómo lograron ser transportadas hasta allí, sino también cómo puedieron ser cortadas y ensambladas con tal precisión y maestría.

También en los alrededores se encuentran el adoratorio de Qenqo y su altar de sacrificios , y Puca Pucara con sus hermosas fuentes.

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