El lago Titicaca más que un lago casi podría considerarse como un mar pequeño. Situado a 3.800 metros de altitud y con una superficie de 8.562 kilómetros cuadrados comparte agua y riberas con la vecina Bolivia y cuenta además con un gran número de islas e islotes, algunas de ellas habitadas.
Entre ellas, aunque artificiales, las Islas Flotantes de los Uros. Son islotes construidos con bloques de raices de totora y pavimentadas con juncos de la misma planta. Ancladas con palos clavados al fondo para evitar que las corrientes del lago las cambien de sitio cada dos por tres.
Los Uros son descendientes de antiguos pobladores que, huyendo de los conquistadores incas, construyeron estas islas y abandonaron la tierra firme donde ya no se sentían seguros. Viven principalmente de la pesca aunque en la actualidad su principal fuente de ingresos son el turismo y la venta de artesanía.
La Isla Taquile es de las más grandes del lago y cuenta con alrededor de 2.000 habitantes. En la época de la conquista se les prohibió usar sus vestimentas y desde entonces los hombres visten pantalón negro, camisa blanca tipo conquistador con mangas anchas, chaleco también negro, y gorros de distintos colores y tamaño dependiendo de la edad o el estado civil, mientras que las mujeres también visten ropas negras, pero bordadas en alegres colores .
Sus habitantes viven de la pesca y de la agricultura. La isla goza de unas vistas privilegiadas sobre el lago, con calles y caminos muy limpios y cuidados, gentes muy amables a pesar de que se les nota algo cansados de tanto turista , salvo en los restaurantes.
Se hace curioso verlos a ellos sentados al sol tricotando y tejiendo sus gorros y fajas, muy distintos de la artesanía que luego ofrecen y que desprende un "tufo" industrial que nada tiene que ver con la manufactura. Y sobre todo se ve la diferencia si se compara con sus prendas o con las que se venden en algunas tiendas de tejidos antiguos en Puno, que si ofrecen calidad aunque a su justo precio, o sea, alto.
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