miércoles, 16 de julio de 2014

Persépolis ( Irán )



No existen suficientes palabras para describir la grandiosidad que trasmiten las ruinas de este complejo palaciego construido por los persas y destruido por Alejandro Magno quizás para que no pudiera eclipsar la importancia de su propia gloria.

Iniciada su construcción por Dario el Grande y continuada por sus sucesores Jerjes y Artajerjes, sus muros y frisos constituyen toda una lección de historia y nos dan idea del esplendor de esta dinastía. Vemos representadas las presentaciones de ofrendas y regalos a los reyes por parte de los pueblos vecinos, las filas de soldados siempre vigilantes, las escenas de caza y un largo étcetera de situaciones aún pendientes de aparecer.

Imaginamos cómo debieron ser las salas de las columnas, las puertas colosales con los toros en ellas representados, la puerta inacabada, la Apadana y ese largo etcétera de  monumentos cuyos restos   pueden observarse hoy.




















































































































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