Como suele ser habitual no está permitido tomar fotografías en las sedes oficiales de la exposición, menos mal que en las , digamos sedes oficiosas en Alba de Tormes no existía esta prohibición y gracias a ello puedo dejar constancia de las magnificas exposiciones e interiores de la Iglesia de San Juan, de la del Convento de la Anunciación, de la de San Juan de la Cruz y de la curiosa exposición de cerámica fabricada por artesanos locales en la Iglesia de Santigado. Cerámica luego imposible de encontrar en todo el pueblo.
En esta ocasión la exposición ha contado con numerosas piezas venidas de iglesias, monasterios , conventos y palacios de Andalucia. Toda la riqueza del patrimonio cultural religioso de Castilla León se ha ido exponiendo en ediciones anteriores y no está mal que se vayan incorporando joyas de otras zonas de España.
Siempre se descubren lugares que no se pensaba que existieran, iglesias recomendadas por la gente del pueblo como la de Santiago en Alba de Tormes, creo que recientemente restaurada y que era la que albergada la exposición de artesanía local.
Sorpresa fue descubrir la magnifica colección de pintura, tapices, muebles y objetos de ajuar doméstico del Palacio de Superunda y que forman parte del legado del pintor italiano Guido Caprotti, enamorado de Ávila y que decidió trasladar allí su residencia.
Pero siempre habrá alguna excusa para volver y seguir investigando qué se esconde en el interior de esa preciosa ciudad amurallada.
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