Un paseo por el lujo y la elegancia del pasado un tanto desvirtuada por las prisas y el resto de inconvenientes del presente. Karlovy Vary , ciudad balnearia por excelencia para las clases pudientes de antaño y para casi todo el mundo hoy día. Pasear por sus calles, beber de sus fuentes, disfrutar de su arquitectura de finales del XIX y principios del XX, visitar el Balneario Imperial hoy vacío y en proceso de restauración, el Gran Hotel Paff, y tantos otros ejemplos de hermosa arquitectura pública y privada de antes de la guerra mundial.
Y para comer, nada como la pizzería Vértigo en la calle Moskevská. Un sitio acogedor, muy bien decorado y mejor atendido y que ofrece las mejores pizzas y ensaladas que he comido en mucho tiempo.
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