Antes de que construyera la Alhambra albergó la corte musulmana y estuvo poblado de palacios, casas de la nobleza, baños públicos y mezquitas. Tras la conquista de los Reyes Católicos se asignó a los musulmanes hasta que , tras las sublevaciones moriscas, fueron expulsados, sus mezquitas demolidas o convertidas en iglesias . Con el abandono musulmán se repobló por los cristianos que empezaron a construir sus ricos cármenes. En la actualidad está poblado de artistas, turistas y todo tipo de visitantes. Desciende hasta el río Darro y entre sus principales monumentos se encuentra el palacio de Dal al Horra, que fue residencia de la madre de Boabdil y en la actualidad es el convento de Santa Isabel, la casa del Chapiz, la del Horno del oro, la casa de Zafra, el palacio de los Cordova y como olvidarnos del mirador de San Nicolás, desde donde se aprecian las vistas más espectaculares de la Alhambra. Y del carmen donde residió el pintor belga Max Moreau y que donó al Ayuntamiento. En la actualidad puede visitarse.
El Generalife, situado fuera de las murallas de la Alhambra parece que se construyó a finales del siglo XIII concebido como villa rural con sus huertos y jardines. Sirvió como lugar de descanso de los reyes nazaríes. Caprichos de ricos, tampoco creo yo que la Alhambra fuera muy calurosa en verano.
Baños árabes camino de la Alhambra.
Taller de taracea.
La Alhambra, conjunto de palacios, jardines y fortalezas construidos para alojar la corte nazarí. Su decoración es la obra cumbre del arte andalusí. Si lo que vemos hoy impresiona, habría que imaginar como brillaría en sus tiempos de esplendor.
Los palacios más importantes son los de Comares y el de los Leones, articulados alrededor de los patios de los Arrayanes y de los Leones , ambos invadidos de turistas y dirigidos por vigilantes de seguridad que casi ni te dejan mirar. El de los Leones es imposible, solo se ven pies y poco más. Para ver los famosos leones de la fuente hay que aprovechar el par de segundos que lo dejamos libre las hordas de turistas.
El Palacio de Carlos V, al parecer , obra cumbre del Renacimiento español. Se abandonó su construcción al morir doña Isabel de Portugal, esposa del emperador.
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